Aumentar la
temperatura de congelación o de refrigeración para ahorrar electricidad
incrementa los riesgos de padecer toxiinfecciones y parasitosis alimentarias
como por ejemplo toxoplasmosis o anisakiasis.
Con motivo del comienzo del nuevo
año y la subida de la tarifa eléctrica prevista para 2018, en algunos medios de
comunicación, concretamente en los informativos de algunos canales de
televisión de ámbito estatal, se han dado una serie de consejos para disminuir
el consumo eléctrico. Uno de estos consejos era modificar la temperatura
programada en el frigorífico elevando de 4ºC a 6ºC en la zona de refrigeración
y de -18ºC a -16ºC en la zona de congelación, asegurando que esto ahorraría en
la factura sin afectar a la conservación de los alimentos.
Este sindicato sanitario quiere
comunicar que estas modificaciones de
la programación de la temperatura no son recomendables ni seguras
sanitariamente puesto que, aumentan los riesgos de sufrir infecciones e
intoxicaciones alimentarias, además de disminuir la durabilidad de los alimentos
conservados.
Como ejemplo de las muchas
situaciones de riesgo que pueden aparecer diremos que, el parásito del pescado
anisakis, necesita para ser destruido temperaturas de -20ºC en el centro del
pescado durante, al menos, 24 horas, pero que si la temperatura que se alcanza
es de -15ºC, el tiempo para destruirlo sería cuatro veces mayor, con lo que, si
esto no es tenido en cuenta, aparecería un claro peligro de infestación
parasitaria. Por otra parte, en el caso de la toxoplasmosis, algunas
embarazadas recurren a la congelación para poder consumir productos cárnicos
curados, embutidos o carne poco hecha. Para destruir este parásito se necesitan
temperaturas de -20ºC durante 2 días, pero si la temperatura asciende a -15ºC
se necesitarían 3 días al menos, con el considerable riesgo que una confusión
con estos márgenes de tiempo podría entrañar para el feto. Cuando hablamos de
temperaturas de refrigeración hay que recordar que, para la carne de ave y de
conejo, se consideran seguras sanitariamente temperaturas iguales o menores a
4ºC, y no 6ºC como se ha aconsejado a los consumidores recientemente.
Además, aquellos establecimientos
o empresas que trabajan con alimentos podrían sufrir sanciones importantes por
modificar las temperaturas de conservación en este sentido, ya que están
obligados legalmente a conservar ciertos alimentos a temperaturas iguales o
inferiores a -18ºC en congelación y 4ºC o menos en refrigeración.
SIVEPA, velando por la Salud
Pública, quiere recordar a los consumidores que el control de la Sanidad e Higiene de los Alimentos es competencia
de los Facultativos Veterinarios, y que, ante cualquier duda en estos
temas, es recomendable que consulten al Veterinario Oficial de Sanidad, o al
suyo habitual, antes de tomar medidas de este tipo.
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